Miguel Ángel Asturias
Miguel Angel Asturias (n. Ciudad de Guatemala, 19 de octubre de 1899 - m. Madrid, 9 de junio de 1974). Escritor y diplomático guatemalteco. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1967 y un año antes, obtuvo el Premio Lenin de la Paz.
Miguel Angel Asturias (n. Ciudad de Guatemala, 19 de octubre de 1899 - m. Madrid, 9 de junio de 1974). Escritor y diplomático guatemalteco. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1967 y un año antes, obtuvo el Premio Lenin de la Paz.
Biografía
En desacuerdo con el dictator Manuel Estrada Cabrera se mudo con su familia al interior del país a un pueblo llamado Salamá. Durante parte de la década del 20, estudio la sociedad y la religion Maya, traduce el Popol Vuh, el sagrado libro Quiché de los Mayas el cual finalizó en 1926. Estudió Medicina y Derecho en su país, siendo dirigente del movimiento de Reforma Universitaria, y Antropología en la universidad de la Sorbona (París). En 1942 salió elegido diputado en Guatemala. Posteriormente fue nombrado embajador en distintos países sudamericanos. En 1954, se exilió. Tras ser rehabilitado, en los años 60 fue embajador en Francia.
Novelista y cuentista del realismo mágico, influido en sus orígenes por el surrealismo, muy pronto, sin renunciar a esa impronta, se adentra en su campo predilecto: la mitología indígena, la propia tierra (lo telúrico, en término muy actual), en el sentido de compromiso con los sinsabores de los campesinos sometidos al yugo colonialista, lo que se echa de ver ya en los títulos de sus obras. Junto a ello, y faceta no menos importante, la calidad y sonoridades de su prosa apenas admiten comparación en la literatura castellana del siglo XX.
Publica Leyendas de Guatemala (1930) en torno a mitos y leyendas nativas y mestizas. En su célebre novela El señor Presidente (1946) retrata (como harán García Márquez en El otoño del patriarca, Roa Bastos en Yo el supremo, o Vargas Llosa en La fiesta del chivo) a un típico dictador latinoamericano por procedimientos grotescos y burlescos, pero en un marco de fuerte contenido ético y social en que la muerte y la injusticia se encuentran muy presentes.
Hombres de maíz (1949) es reconocida por muchos como su obra maestra. Novela típica del realismo mágico, se aprecian en la misma igualmente las voces y los rostros del oprobio y la injusticia, pero en términos de cruda explotación colonialista. Para ello, lo más resaltable es que el autor logra, de forma casi sobrenatural (Juan Rulfo es otro maestro en este arte), acoplar el lenguaje y el ritmo de su prosa a los de la raza que retrata, sus fantásticas creencias, sus antiguas maneras y costumbres.
Insistió en parecidos temas en sus siguientes obras, como en la polémica novelas denominadas como "La trilogía de la república de la banana" que es conformada por: Viento fuerte (1950), El Papa verde (1954) y Los ojos de los enterrados (1960).
El teatro de Miguel Ángel Asturias es menos conocido, si bien abunda en el inconformismo y la crítica social: Chantaje y Dique seco, ambas de 1964.
Obra
Leyendas de Guatemala (narrativa, ed. Alianza, Madrid), 1930;
El señor Presidente (novela, ed. Alianza, Madrid), 1946;
Hombres de maíz (novela, ed. Alianza, Madrid), 1949;
Viento fuerte (novela, ed. Alianza, Madrid)), 1950;
El Papa verde (novela, ed. Alianza, Madrid)), 1954;
Week-end en Guatemala (relato, ed. Alianza, Madrid)), 1956;
Los ojos de los enterrados (novela, ed. Alianza, Madrid)), 1960;
El alhajadito, 1961;
Mulata de tal (ed. Galaxia Gutenberg), 1963;
Cuentos y leyendas (ed. Galaxia Gutemberg), 1965;
Clarivigilia primaveral, 1965;
El espejo de Lida Sal (cuento, ed. Siglo XXI), 1967;
Maladrón (Epopeya de los Andes verdes), (ed. Alianza, Madrid), 1969;
Viernes de Dolores (ed. Alianza, Madrid), 1972;
América, fábula de fábulas (ensayo), 1972
En desacuerdo con el dictator Manuel Estrada Cabrera se mudo con su familia al interior del país a un pueblo llamado Salamá. Durante parte de la década del 20, estudio la sociedad y la religion Maya, traduce el Popol Vuh, el sagrado libro Quiché de los Mayas el cual finalizó en 1926. Estudió Medicina y Derecho en su país, siendo dirigente del movimiento de Reforma Universitaria, y Antropología en la universidad de la Sorbona (París). En 1942 salió elegido diputado en Guatemala. Posteriormente fue nombrado embajador en distintos países sudamericanos. En 1954, se exilió. Tras ser rehabilitado, en los años 60 fue embajador en Francia.
Novelista y cuentista del realismo mágico, influido en sus orígenes por el surrealismo, muy pronto, sin renunciar a esa impronta, se adentra en su campo predilecto: la mitología indígena, la propia tierra (lo telúrico, en término muy actual), en el sentido de compromiso con los sinsabores de los campesinos sometidos al yugo colonialista, lo que se echa de ver ya en los títulos de sus obras. Junto a ello, y faceta no menos importante, la calidad y sonoridades de su prosa apenas admiten comparación en la literatura castellana del siglo XX.
Publica Leyendas de Guatemala (1930) en torno a mitos y leyendas nativas y mestizas. En su célebre novela El señor Presidente (1946) retrata (como harán García Márquez en El otoño del patriarca, Roa Bastos en Yo el supremo, o Vargas Llosa en La fiesta del chivo) a un típico dictador latinoamericano por procedimientos grotescos y burlescos, pero en un marco de fuerte contenido ético y social en que la muerte y la injusticia se encuentran muy presentes.
Hombres de maíz (1949) es reconocida por muchos como su obra maestra. Novela típica del realismo mágico, se aprecian en la misma igualmente las voces y los rostros del oprobio y la injusticia, pero en términos de cruda explotación colonialista. Para ello, lo más resaltable es que el autor logra, de forma casi sobrenatural (Juan Rulfo es otro maestro en este arte), acoplar el lenguaje y el ritmo de su prosa a los de la raza que retrata, sus fantásticas creencias, sus antiguas maneras y costumbres.
Insistió en parecidos temas en sus siguientes obras, como en la polémica novelas denominadas como "La trilogía de la república de la banana" que es conformada por: Viento fuerte (1950), El Papa verde (1954) y Los ojos de los enterrados (1960).
El teatro de Miguel Ángel Asturias es menos conocido, si bien abunda en el inconformismo y la crítica social: Chantaje y Dique seco, ambas de 1964.
Obra
Leyendas de Guatemala (narrativa, ed. Alianza, Madrid), 1930;
El señor Presidente (novela, ed. Alianza, Madrid), 1946;
Hombres de maíz (novela, ed. Alianza, Madrid), 1949;
Viento fuerte (novela, ed. Alianza, Madrid)), 1950;
El Papa verde (novela, ed. Alianza, Madrid)), 1954;
Week-end en Guatemala (relato, ed. Alianza, Madrid)), 1956;
Los ojos de los enterrados (novela, ed. Alianza, Madrid)), 1960;
El alhajadito, 1961;
Mulata de tal (ed. Galaxia Gutenberg), 1963;
Cuentos y leyendas (ed. Galaxia Gutemberg), 1965;
Clarivigilia primaveral, 1965;
El espejo de Lida Sal (cuento, ed. Siglo XXI), 1967;
Maladrón (Epopeya de los Andes verdes), (ed. Alianza, Madrid), 1969;
Viernes de Dolores (ed. Alianza, Madrid), 1972;
América, fábula de fábulas (ensayo), 1972
1899-1974) Escritor guatemalteco, nacido en Guatemala y fallecido en París. Estudió derecho en su patria, con intensa participación en la vida política, lo que aconsejó su marcha al extranjero. Viajó por Europa, instalándose en París, en cuya Universidad de La Sorbona siguió los cursos de Georges Reynaud sobre antiguas religiones de América. Influido por estos cursos, así como por sus propias investigaciones en torno al Popol Vuh, libro sagrado de los mayas quichés, escribió Leyendas de Guatemala (1930), obra que evoca la vida y la cultura de los mayas. Anteriormente había publicado un libro de poesía, Rayito de estrella (1925), en el que crea la «fantomima» o pantomima con fantasmas.
Nacido bajo la dictadura de Estrada Cabrera, en cuyo tiempo se instala en Guatemala la United Fruit Company, testigo de persecuciones incluso en su propia familia, parece marcado desde su primera obra por ese signo de la aversión hacia el poder absoluto, y durante su primera estancia en París concibe y redacta El señor presidente, a partir de un relato corto llamado Los mendigos políticos, nunca publicado y que suponía una alusión directa a esa época.
De regreso a Guatemala, una nueva dictadura, la del general Jorge Ubico, influye en su creación literaria que es durante un tiempo casi exclusivamente lírica. De esta época son los libros Emulo Lipolidón (1935), Sonetos (1937), Alclozan (1938) y Anoche 10 de marzo de 1543 (1943). Vive en México, donde publica por fin su primera novela El señor presidente (1946), influida por Valle-Inclán, que es un duro ataque a los llamados «caudillismos» americanos.
Inicia su carrera diplomática con un puesto en Buenos Aires y Publica Viento fuerte (1951), primera novela de la trilogía bananera, y Hombres de maíz (1952), una muestra del estilo más característico de Asturias, que busca siempre lo que llama «un idioma americano». Sigue El papa verde (1954), segundo componente de esa trilogía escrita en momentos muy distintos de su deambular por las Américas.
La llegada al poder en Guatemala del régimen del coronel Jacobo Arbenz supone un cambio importante en el país, pues se inicia una política progresista que incluye una reforma agraria con expropiación de tierras de la compañía norteamericana. Arbenz, que lo ha enviado de embajador a El Salvador, es derrocado y Asturias escribe una apasionada colección de relatos, Week-end en Guatemala (1956).
Suceden ocho años de exilio, algunos de los cuales pasa en Buenos Aires trabajando como periodista. En este tiempo sigue publicando esporádicamente obras poéticas, como una antología con el título de Sien de alondra (1948), Ejercicios poéticos sobre temas de Horacio (1951) y Bolívar (1955). Siguen después unos relatos en prosa poética, El alhajadito, Los ojos de los enterrados (1960), última entrega de la trilogía, y Mulata de tal (1963) en la línea formal de Hombres de maíz.
De sus últimas obras, cabe citar El espejo de Lida Sal (1967), libro de cuentos, y Viernes de Dolores (1972). En 1966 es nombrado embajador de Guatemala en Francia y en 1968 recibe el premio Nobel de Literatura por el conjunto de su obra. En 1970 renunció al cargo diplomático, movido acaso en parte por el hecho de que importantes sectores de opinión le reprochaban cierto conformismo.
Nacido bajo la dictadura de Estrada Cabrera, en cuyo tiempo se instala en Guatemala la United Fruit Company, testigo de persecuciones incluso en su propia familia, parece marcado desde su primera obra por ese signo de la aversión hacia el poder absoluto, y durante su primera estancia en París concibe y redacta El señor presidente, a partir de un relato corto llamado Los mendigos políticos, nunca publicado y que suponía una alusión directa a esa época.
De regreso a Guatemala, una nueva dictadura, la del general Jorge Ubico, influye en su creación literaria que es durante un tiempo casi exclusivamente lírica. De esta época son los libros Emulo Lipolidón (1935), Sonetos (1937), Alclozan (1938) y Anoche 10 de marzo de 1543 (1943). Vive en México, donde publica por fin su primera novela El señor presidente (1946), influida por Valle-Inclán, que es un duro ataque a los llamados «caudillismos» americanos.
Inicia su carrera diplomática con un puesto en Buenos Aires y Publica Viento fuerte (1951), primera novela de la trilogía bananera, y Hombres de maíz (1952), una muestra del estilo más característico de Asturias, que busca siempre lo que llama «un idioma americano». Sigue El papa verde (1954), segundo componente de esa trilogía escrita en momentos muy distintos de su deambular por las Américas.
La llegada al poder en Guatemala del régimen del coronel Jacobo Arbenz supone un cambio importante en el país, pues se inicia una política progresista que incluye una reforma agraria con expropiación de tierras de la compañía norteamericana. Arbenz, que lo ha enviado de embajador a El Salvador, es derrocado y Asturias escribe una apasionada colección de relatos, Week-end en Guatemala (1956).
Suceden ocho años de exilio, algunos de los cuales pasa en Buenos Aires trabajando como periodista. En este tiempo sigue publicando esporádicamente obras poéticas, como una antología con el título de Sien de alondra (1948), Ejercicios poéticos sobre temas de Horacio (1951) y Bolívar (1955). Siguen después unos relatos en prosa poética, El alhajadito, Los ojos de los enterrados (1960), última entrega de la trilogía, y Mulata de tal (1963) en la línea formal de Hombres de maíz.
De sus últimas obras, cabe citar El espejo de Lida Sal (1967), libro de cuentos, y Viernes de Dolores (1972). En 1966 es nombrado embajador de Guatemala en Francia y en 1968 recibe el premio Nobel de Literatura por el conjunto de su obra. En 1970 renunció al cargo diplomático, movido acaso en parte por el hecho de que importantes sectores de opinión le reprochaban cierto conformismo.
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